Luego de 1 siglo de la donación de las 2 leguas al Capitán, el heredero Don Miguel de Luque autorizó la construcción de una capilla de la Virgen del Rosario. Alrededor de la capilla construyeron un gran fuerte de vigilancia dentro del mismo edificaron casa habitaciones para las autoridades separadamente para los soldados así como para los frailes franciscanos y zonificaron para cementerio, caballerizas… fuera del fuerte delimitaron el área de uso para las chozas de los nativos.
La cercanía de las viviendas de los nativos y españoles permitió el fluido relacionamiento que facilito el inicio de la unión de sangre y las costumbre dando origen a los mestizos con la mezcla de la raza ibérica con los nativos.
El crecimiento poblacional dio origen a la raza luqueña alrededor de la capilla en el Valle de Luque. 1781 el Gobernador Pedro Melo de Portugal hizo la primera distribución jurisdiccional de la provincia consagrando oficialmente a este distrito con el nombre Partido de Luque.
Transcurrieron años y hechos históricos que dio pie al golpe libertario de Mayo 1811, el Partido de Luque tuvo protagonismo a través de sus ciudadanos en el proceso independentista de una Republica que estaba naciendo. Después de 50 años en 1861 el ferrocarril hizo su primera llegada a la estación del Partido de Luque, convirtiéndolo en un sitio geopolíticamente clave para el Paraguay, por ser la localidad que comunicaban con las localidades del interior en consecuencia las actividades comerciales incrementaron.
Historia
Meses después de la Fundación del Fuerte de la Asunción en 1537 los conquistadores españoles visualizaron una amplia virgen comarca habitada por nativos llamada por los nativos Mba’e Yñu lideradas por los caciques Yka’a, Maka’i, Marambu y Jaguarete.
Encontrando en ella abundaban árboles frutales, plantas de karanday y arroyos ricas en sal. Los españoles instalaron unas estanzuelas donde criaron ganado vacuno cuyo engorde se vio favorecido por el arroyo de agua salada.
Fueron arrebatados de su virginal selva convirtiéndose en esclavos, los frailes franciscanos imponían y evangelizaban a los nativos. Demostrando su poder los conquistadores construyeron fuertes de vigilancia uno de ellos en la cercanía del Arroyo Yukyry.
Después de casi 100 años el entonces Gobernador de esta región Martin Ledesma de Valderrama, cedía en donación 2 leguas de tierra en el Valle de las Linas al Capitán Miguel Antón de Luque asentado hace tiempo en la zona.
7 años pasaron y se inició la Guerra de la Triple Alianza, en febrero de 1868 el Partido de Luque se convirtió en Sede de Gobierno acogiendo a los compatriotas evacuados de Asunción. En esta contienda bélica los luqueños tuvieron una relevante y heroica participación.
Desde 1870 los ciudadanos afirman su querencia hacia la tierra que les vio nacer, fortalecieron vínculos familiares y comerciales organizándose. Los luqueños demostraron gran destreza en la elaboración de productos artesanales como guitarra, arpas y joyas, agregándoles un toque distintivo.
En la orfebrería se destacaban en las joyas de filigrana de oro y plata, y las guitarras y arpas destacándose en su sonoridad y diseño.
El incremento de la recaudación municipal fue determinante para que el ejecutivo disponga a Luque a la categoría de Ciudad el 27 de diciembre de 1935. Desde 1940 aparecieron la familia alemana Kininger y Schulz quienes instalaron una fábrica de embutidos artesanales a base de carne porcina, Luque se convirtió en la mayor productora y proveedora de embutidos, distribuyéndolo a través del ferrocarril a todo el país.
Los luqueños empleados en la fábrica, al ver el potencial financiero de estos productos empezaron a criar, engordar y faenar en sus domicilios para luego elaborar los embutidos. Hoy día Luque es respetada por su identidad propia impuesta por su misma población a través de la Música, la Artesanía, los colores auriazules del club deportivo junto a su mascota el Kuré.